Melón y pepino
Y dice la Escritura:
“Nos acordamos
del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los
puerros, las cebollas y los ajos; y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino
este maná ven nuestros ojos” (Nm. 11:5, 6). Los antiguos
israelitas probablemente adquirieron su afición por el melón y los pepinos
durante el tiempo en que estuvieron esclavizados en Egipto. Los eruditos
especulan, basados en la clase de sembrados que se cultivaban en Egipto durante
este período, que el pueblo de Moisés probablemente recordaba el melón de
Castilla, una planta tropical originaria de África Oriental, similar al pepino
moderno. De hecho, el melón de Castilla se cultivaba y se cultiva
ampliamente en Egipto. Un autor le llamó al melón de Castilla «el rey de los pepinos».
Por consiguiente, los melones y los pepinos eran considerados tan valiosos en
la dieta de los pueblos de los tiempos bíblicos que a menudo se construían
cabañas en los melonares para vigilar a los ladrones: “Y queda la hija de Sion como
enramada en viña, y como cabaña en melonar...” (Is. 1:8).Mientras los seguidores de Moisés ensalzaban los melones y los pepinos, otros pueblos del mundo los apreciaban por razones medicinales. Algunos remedios caseros se han conservado hasta nuestro día. En China se usaba una variedad del melón para tratar la hepatitis; en India se empleaba como diurético; en Filipinas los curanderos recomendaban los melones como tratamiento para el cáncer, mientras que en América Central se comían las semillas para librarse de las lombrices intestinales.
Los pepinos se usaban como tratamiento curativo tanto para el interior como para el exterior del cuerpo. Eran muy apreciados por sus cualidades refrescantes y limpiadoras cuando se aplicaban en las quemaduras del sol, inflamación, ojos adoloridos, furúnculos y barros. Este mismo efecto medicinal también se lograba supuestamente cuando se añadían pepinos a una sopa espesa de cordero.
Varios estudios científicos están ahora tratando de descubrir si algunos ingredientes en otras especies de las familias de los melones podrían usarse en la guerra contra el cáncer. Los resultados preliminares indicaron que pueden ser tan efectivos como las naranjas y los vegetales verdes, los que son ahora ampliamente aceptados como remedios efectivos en contra del cáncer.
Texto tomado de:
http://www.radioiglesia.com/index.php/vida-cristiana/item/85-alimentos-en-la-biblia
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